¿Quieres Ser más productiva?: controla tus emociones

Descubre Cómo tu estado emocional influye directamente en tu productividad y sigue estos 6 pasos que te harán ser mucho más productiva.

Durante el día no eres consciente de tus emociones ni del estado emocional que predomina en ti, Tal vez porque das más prioridad a las tareas diarias, que a los sentimientos y emociones que producen todas las interacciones con personas, situaciones, y otros. Si quieres mejorar tú productividad entonces: Escúchate, conócete y hazte consciente de tus emociones.

La clave para sentirte bien en tu trabajo, crecer y mejorar, no son técnicas de venta, ni seguir consejos, ni formarte sin parar o seguir al gurú de turno; sino desarrollar las habilidades personales clave que te ayudan como persona y profesional. Se trata de habilidades como la comunicación asertiva, cómo te relacionas con los demás, y por supuesto, el gran pilar es la Inteligencia emocional para la gestión de lo que sientes, y en consecuencia de cómo actúas ante cualquier circunstancia. 

Pensar en productividad es poder hacer muchas más cosas en mucho menos tiempo. Pero no es tan sencillo como suena, y eso seguramente lo has vivido. Las personas más productivas son capaces de lograr mucho más, en menos tiempo, lo que a ellos les demora semanas, a muchos otros les toma meses, e incluso años, ¿cuál es su secreto?

Si bien la productividad está relacionada con hacer más en menos tiempo, también está relacionada con hacer lo importante, y no todo lo que “debería o tendría que hacer”. Así pues un factor clave de la productividad es la priorización: hacer menos cosas que me quitan el enfoque, y hacer solo lo que le apunta a conseguir mis objetivos. Una buena técnica para hacerlo es quitar cualquier interrupción que pueda presentarse en mi camino (definir momentos del día en los que solo estarás disponible para concentrarte en lograr tu objetivo).

Muchos de los hábitos que debes generar para ser una persona altamente productiva, son sencillos y lógicos. Pero no son necesariamente fáciles de seguir, y es por esto que muchas personas luchan con poder incrementar su productividad, sin lograr resultados satisfactorios. 

Seguro quisiéramos poder tener una receta mágica en la que rápidamente todas nuestras metas se cumplieran, pero desafortunadamente no hay nada más alejado de la realidad. Lo que sí es cierto es que la productividad la podemos aumentar, y conseguir hacer mucho más, en menos tiempo. Este es un proceso en el que debes concentrarte y hacerlo de forma consciente, empezando por tus emociones y luego en tus acciones. 

Una vez seas consciente de tu estado emocional, empieza a implementar estos pasos que te ayudarán a que el proceso sea más sencillo, y sobretodo te darán foco para que puedas ubicar tu atención en mejorar tu productividad de forma sostenida. 

1. Como Nike: No procrastinar, just do it!

Los resultados deben ir antes del confort!

Claro… si lo que quieres es ganar más productividad, la procrastinación es ese mal que te afecta en algún punto de tu vida y que te impide avanzar hacia las metas que te propusiste.

Aunque seguramente hacer esas tareas te traerán ventajas en el futuro.  Pero por qué, a pesar de tener esas metas claras y a pesar de saber que es lo que más te conviene, sigues sin poder ejecutarlas? Quedándote mejor con esa tentación del placer inmediato: publicaciones de Facebook, videos de Youtube, historias de Instagram, Netflix o leyendo noticias… 

La razón de la procrastinación es que tu cerebro es perezoso, así que si lo dejas dudar, si le das oportunidad, él va a decidir lo más cómodo, que por lo general no es lo que más te conviene. Así que si tienes algo pendiente por hacer, puedes ir a hacerlo en este momento, eso sí, vuelve en un rato porque lo que sigue también va a interesarte… 

Un punto muy importante en este sentido es la primera acción. Una vez has empezado a distraerte, volver a retomar es mucho más difícil, por eso debes procurar no dejarte tentar por ese primer video, artículo, meme, noticia u otro que puede robarte la atención. ESTO ES FUNDAMENTAL

2. Háblate a ti misma de forma diferente

La forma en la que piensas afecta directamente tu eficiencia. Debes aprender a desarrollar y a retar tus pensamientos para tener una mentalidad productiva. Una persona POCO productiva, generalmente piensa en términos de: no tengo tiempo, tengo mucho por hacer, tengo estrés, son muchas cosas, no puedo lograrlo, desearía tener, desearía hacer, desearía ser… 

Por el contrario, una persona MUY productiva piensa: necesito hacer esto, cuál es la mejor forma en la que puedo lograrlo, cuál es la causa del estrés, cómo hago para cambiarlo, para mejorar la situación, para manejar mis circunstancias, para sentirme mejor. 

Cómo puedes mejorar tus resultados, teniendo en cuenta la situación anterior? Como ves, son los mismos problemas abordados desde perspectivas diferentes: la primera es una actitud de derrota, la segunda es una actitud de triunfo! 

Una de las claves de la productividad es el lenguaje, si usas palabras que te empoderan será más fácil hacerte cargo de lo que te corresponde. Por el contrario si usas palabras que te detienen, sentiremos que el estrés aumenta y la situación se descontrola. Habla contigo, y hazlo de forma muy productiva! 

3. ¡Ama lo que haces!

4. Quítate del medio, no te hagas zancadillas

El tercer paso (que bien podría estar de primeras) que debes hacer, es no entorpecer tu propio proceso. No dejar que tu consciencia, o Matilde, en palabras de nuestro amigo Juan Diego Gómez, te saque del camino de la productividad. 

Todas somos propensas a mirar la paja en el ojo ajeno antes de mirar la viga en el nuestro, porque quizá es más fácil criticar algo que no puedo cambiar; que cambiar algo que me causa dificultad. 

Dejar el control de tu vida, por fuera, a factores externos, es buscar una justificación para no afrontar ni tener el control sobre lo que te está sucediendo.

El control sobre la pereza y la procrastinación está en ti y únicamente tú puedes decidir por qué lado quieres irte. Por más consejos que leas, la realidad es que la productividad depende de qué también utilices estos consejos y los hagas prácticos en tu vida. Así que, quítate del medio y no te hagas zancadillas.

 5. El manejo del tiempo que te queda mejor

No nos digamos mentiras, somos un desorden en la forma en la que administramos el tiempo. En resumidas cuentas, haces mucho menos de lo que te propones y pierdes mucho tiempo en cosas que ni te das por enterada. 

Hay un dato importante en este sentido, y es que no hay una receta mágica, la forma de administrar el tiempo que tienes, posiblemente es diferente de la que utilizaría tu vecina, una amiga, tu jefe o tu pareja. Lo importante es identificar cuál es la mejor estrategia para ti. 

Debes buscar la forma en la que sea más efectiva para ti administrar el tiempo, pero además ajustar este modelo para que realmente sea perfecto para ti, tal como cuando llevamos a la modistería nuestra ropa para que le hagan ajustes, eso mismo debes hacer para encontrar la forma ideal de manejar tu tiempo. 

En mi caso personal, dedico una gran parte de mi energía a la productividad matutina. Empiezo temprano mi jornada de actividades (alrededor de las 6 de la mañana) y concentro toda mi atención en terminar las tareas más importantes del día hacia las 10 a.m. (4 horas de total concentración).  

Esto me permite tener un poco más de flexibilidad en la tarde, sin dejar la sensación de haber dado lo mejor de mí durante ese día. Otra de las estrategias que utilizo es plantearme dos tareas muy importantes que debería terminar cada día, si las logro, ya sé que mi jornada de productividad se cumplió. 

Tener demasiadas tareas importantes en un día, lo único que logra es que el nivel de estrés y ansiedad por no lograr finalizar nada, se aumente considerablemente. 

6. Elimina los malgastadores de tiempo

Hay infinidad de cosas que haces porque quieres sentirte productiva, pero que realmente lo que hacen es ocuparte el tiempo con cosas tontas que podrías dejar de hacer y no afectarían tu desempeño negativamente, sino todo lo contrario. 

Contestar correos innecesarios, hablar con personas que no te aportan, tener reuniones muy extensas que no tienen objetivos o metas claras. Todas son cosas que podrías reducir al máximo y que te darían un par de horas más al día, que podrías aprovechar de forma más productiva.

El primer desafío sin embargo en este sentido, es reconocer esas actividades que no te aportan, pero que todavía haces aunque sea de manera automática. 

Basta con que encuentres al malgastador de tiempo más grande que tengas (que también puede estar relacionado con Youtube, Facebook, Instagram, WhatsApp, Netflix, Televisión, Noticias, Música, etc.). Y sobretodo basta con que pauses ese malgastador y que en su lugar ubiques cosas más productivas, para darte cuenta de todo lo que puedes lograr. 

Sabemos que dejarse llevar por estos distractores es fácil, pero incluso esta tentación puedes usarla como incentivo para ser más productiva ¿Cómo? Recompensándote, luego de estar enfocado por suficiente tiempo, puedes darte algunos minutos de redes sociales, u otra cosa que disfrutes, pero ya estarás tranquila de haber cumplido lo que te habías
propuesto.

Atención, foco y decisión, son necesarias para ganar en productividad. Los resultados antes del confort te proveerán con herramientas muy útiles para tu vida. 

Muchas de las personas no reconocerán sus falencias, muchas personas no llegarán al final de este artículo, pero tú que si lo hiciste ya estás muy por encima de ellas, es importante que ahora des el siguiente paso y no te quedes atrás. 

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